sábado, 5 de junio de 2010

Gatos en el Antiguo Egipto


El culto al gato aparece en el Antiguo Egipto alrededor del 2.900 a.C. como una deidad local en el Delta del Nilo. Así, la diosa gata Bastet defendió al dios sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades mas representativas del mal. Hija y esposa del propio Ra según algunas mitologías, Bastet era amén de protectora de la familia y patrona del hogar, una diosa de la felicidad, el placer, la alegría, la feminidad, la música, y la danza. De hecho la consideración de este animal fue siempre tan alta, que en el capítulo XVII del Libro de los Muertos se pone en boca de Ra las siguientes palabras: "Yo soy el gato cerca del cual se abrió el árbol Iched (un árbol al que se identifica con la persea o la balanita) en Heliópolis la noche en que fueron destrozados los enemigos del Señor del Universo".


10 curiosidades sobre los gatos en el antiguo Egipto:

1) Los antiguos egipcios llamaban a los gatos “Miw” (que significa “ver”)

2) Los gatos fueron domesticados en Egipto hace más de 4 mil años

3) Cuando el gato de una familia moría, sus integrantes se rasuraban las cejas y guardaban luto hasta que éstas volvían a crecer.

4) Si una persona mataba un gato, intencionalmente o por accidente, era sentenciado a muerte.


5) Primero fueron usados para proteger las casas de las pequeñas serpientes y roedores, pero después se convirtieron en Dioses

6) Cuando salían de cacería, los egipcios llevaban gatos en vez de perros.

7) Los egipcios colocaban estatuas de gatos fuera de sus casas para impedir la entrada de espíritus malignos.

8) La diosa Bast tenía cabeza de gato, y era la encargada de la fertilidad, de proteger a los niños y, por supuesto, a los gatos. Cuando era representada con forma completa de gato se le llamaba “Bastet”. Por el contrario, la diosa Sekhmet también tenía forma de gato, pero representaba las fuerzas destructivas de lo divino, como la guerra, la peste y la venganza.

9) Cuando un gato moría, era momificado, y se han encontrado las momias de más de 300,000 gatos en un lugar llamado Bubastis (Tell Basta).

10) Herodoto cuenta que en una batalla entre Egipto y Persia, los persas reunieron tantos gatos como pudieron y luego los soltaron en el campo de batalla. Los egipcios, horrorizados, prefirieron rendirse antes de exponer a los gatos a cualquier daño.

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